La Playa
La playa es terapéutica,
especialmente en las primeras horas de la mañana
mientras serpenteamos a lo largo de ella,
buscando conchas y cristales de mar,
mirando simultáneamente al este.
Está tranquilo justo antes del amanecer,
un tiempo en el que puedes contemplar la vida
y sus múltiples desafíos.
Irónicamente, parecen disiparse
mientras sale el poderoso sol
estoico y audazmente en el horizonte.
Las olas rompiendo chocan contra la arena,
arrastrarse por la playa hacia las algas
ahora acostado en grupos entremezclados
con conchas descartadas
por otras olas a través de la noche.
A medida que las olas retroceden, la arena absorbe
un poco de agua salada antes de que se escape
de vuelta al mar, dejando la arena
mojado y suave hasta que los pequeños cangrejos de arena
corretean por la playa, tratando de encontrar
los agujeros más pequeños para entrar y enterrarse.
Por encima de nosotros y más arriba en la playa,
las palmeras brillan en el suave viento del Caribe
mientras las aves marinas revolotean sobre el mar,
buscando su desayuno o simplemente queriendo
interrumpir el momento de silencio.
La suavidad y la tranquilidad de todo
trae claridad e iluminación a nuestras almas.
Es fascinante detenerse y sentarse en el borde,
dedos de los pies cavando en la arena,
brazos envueltos alrededorlas rodillas
levantadas hacia el pecho, una mirada silenciosa
en las olas, rompiendo y arrastrándose
la playa y volviendo sobre sus pasos hacia el mar.
Solo miramos, meticulosamente, tomando el sol
en los gloriosos saludos de la mañana,
saludando al sol naciente, eclipsando
todos los sentimientos como un sentido de pertenencia y anhelo
porque más de esta paz cae sobre nosotros,
ondeando a través de nuestras mentes y corazones,
sintiendo la magnificencia de Aquel que es el Creador!
21 de Noviembre 2022
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